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Relaciones Familiares

Muchos de los problemas que tenemos en nuestra vida y/o con nuestra familia, aparecen porque confundimos el vínculo con la relación o la relación con el vínculo.

Los vínculos de sangre se crean, como indica su nombre, a través de la sangre y son absolutamente irrompibles. Podemos decidir, por ejemplo, no relacionarnos con nuestro padre o con nuestra madre, o con nuestra hermana o con nuestro hijo, pero ese vínculo, pase lo que pase, sigue ahí. Cuando por navidad nos reunimos con la familia, no siempre es porque nos queremos y nos llevamos bien, sino porque los vínculos gritan desde dentro de cada uno, porque sentimos la necesidad mamífera de encontrarnos, de vernos, de reír, de llorar, de celebrar, de discutir, de pelear… De lo que sea para sentir que pertenecemos y formamos parte. Ese milagro de la vida que llamamos familia acoge relaciones fáciles, difíciles, maravillosas o terribles. Pero debemos ver más allá de esas formas de relación y ser capaces de separar la relación del vínculo.

En lo relacional podemos decidir cómo, cuándo y qué tipo de relación queremos tener con los nuestros, si a nivel relacional decidimos tomar distancia, o no tener relación, está bien, puede ser lo más sano en algunas ocasiones. No siempre podemos tener la relación que nos gustaría, esa relación si depende de nosotros. Pero los vínculos con nuestra familia son nuestros vínculos, que siguen plenamente vivos y activos, queramos o no, más allá de nuestra voluntad.

Te sugerimos nos escribas a: consulta@agentedecambio.cl donde te orientamos sobre este y otros temas.

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